Juan Llopis Climent

  En esta novela se pretende penetrar en las interioridades de Adolf Hitler en su relación con las mujeres. Tema muy escondido por los miembros de su partido y por el mismo. El Führer fue muy celoso de sus intimidades. Sobre este tema se ha elucubrado muchas veces, sin embargo, no hay mucha literatura escrita.

Lo que más llama la atención es la parte íntima y personal de un ser tan obscuro como era Hitler. Estos tiranos, ¿son personas normales en su vida privada, aman a sus parejas, a su familia, a sus perros? Pues parece ser que sí, y su comportamiento puede ser aparentemente normal. Tengo que recalcar lo de “aparentemente” ya que en el momento que entramos en profundidad vemos que sus relaciones, y en especial las amorosas, son tortuosas y llenas de dramatismo.

Es muy interesante el hecho de que todas ellas y sin ninguna excepción quisieron a Hitler hasta la muerte, con verdadero fanatismo. Aguantaron sus rarezas, y siempre estuvieron en la sombra, esperando al guerrero.

Hitler tiene una faceta de educadísimo mujeriego, aunque la realidad era que necesitaba que alguien, una mujer, que siempre estuviera alabándole. Se enamoraba con facilidad y en algunos casos incluso con un tímido platonismo. Incluso se arrastraba por una mujer en la intimidad, pero cuando la conseguía ya perdía todo interés.

En este libro pretendo adentrarme en las mujeres que lo amaron y cuáles fueron las causas de este amor y del posterior desengaño. Podemos considerar que la única mujer que le quiso, siempre escondida y siempre esperando, fue Eva Braun; su mujer, que la ironía de la vida hizo que solo fuera por un día. Sin embargo, posiblemente él solo llegó a enamorarse de su sobrina Geli Raubal, de tan dramático final.